La capacidad de resiliencia de la naturaleza es inmensa. La Passiflora mariquitensis, denominada así por el sabio José Celestino Mutis y Bosio en honor a Mariquita, la histórica provincia que albergó durante siete años a la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada (1783-1816), ha vuelto a florecer luego de considerársela extinguida.
Sucedió el pasado 14 de octubre, bajo la observación paciente y el cuidado reverencial de Adriana Velásquez, bióloga de la Universidad del Tolima, y de su padre, Orlando Velásquez Molina, quien ha dedicado su vida a buscar esta especie.
La Passiflora mariquitensis le fue presentada a Mutis el 10 de octubre de 1783 por su ayudante, el naturalista Juan Eloy Valenzuela; y el gaditano, después de estudiarla, concluyó que dicha planta no estaba clasificada y la bautizó así.
Trascendió para la ciencia y para la humanidad gracias a Mutis, a Valenzuela y a Francisco Javier Matís –considerado por Alexander von Humboldt “el mejor pintor de flores del mundo”–, quien la inmortalizó con una pintura de detalles microscópicos, en la que utilizó pinceles de un solo cabello. Así pudo capturar la singularidad del haz y el envés de las hojas, los filamentos, pétalos y estigmas de la hermosa flor.
Las láminas de la real expedición, que tuvo como patronos a los reyes Carlos III, Carlos IV y Fernando VII, son más de siete mil, que sobrevivieron a las guerras de la independencia colombiana y posteriormente a la civil española, y tras ser resguardadas en Suiza y Valencia, ante el asedio sufrido por Madrid, fueron dadas a conocer al público luego de los acuerdos culturales entre Colombia y España celebrados en 1952.
Una nueva oportunidad
El acontecimiento de esta resurrección floral es llamativo en una época de cambio climático, en que se vive una especie de apocalipsis ambiental, cuyas manifestaciones parecen ser la extinción de flora, fauna y ríos, el deshielo de casquetes polares y nevados, la alteración del clima y el aumento de nivel del mar.
En el 2004, sin embargo, un grupo de investigadores colombianos encontró la planta en Mariquita, pero hasta la fecha nadie había sabido de su florescencia, y su existencia estaba en ciernes.
La flora mariquiteña es una de las más ricas de Colombia, y fue esta una de las razones para que Mutis fijara allí la sede de la real expedición. Doscientos años después, el presidente Belisario Betancur (1982-86) quiso que se le diera continuidad a esta gesta científica, y propuso una segunda expedición. Producto de esto, a iniciativa del gobernador del Tolima Armando Devia Moncaleano se creó en Mariquita la Fundación Segunda Expedición Botánica, entidad que se ha puesto al frente del proceso divulgativo de la floración de esta histórica pasiflora.
En cuanto a la ‘resurrección’ de la Passiflora mariquitensis ya varias entidades han sido avisadas, entre ellas el Real Jardín Botánico de Madrid y el Instituto Humboldt en Bogotá. Igualmente, expertos como Álvaro Cogollos y John Ocampo, dos de las personas que más conocen en el país sobre este género. El desafío es lograr su reproducción a través de las diferentes técnicas conocidas, para lo cual se requiere de la intervención de entidades especializadas en el asunto.
San Sebastián de Mariquita está ubicada en una franja entre el valle y la montaña en la zona andina del país, la región con mayor cantidad de especies endémicas. Posee un microclima especial y tierras muy fértiles.
De las siete mil láminas de la Expedición, más de dos mil fueron pintadas en este municipio, y ello muestra la riqueza monumental que tiene dicha tierra, en donde, curiosamente, no existe un jardín botánico, pero quizás la explicación a esa ausencia sea la dada por Helene Duplessis, una francesa que llegó a esta población en 1999 y se quedó a vivir allí atraída por la exuberancia de su flora: “Todo el municipio, incluida su zona rural, es un jardín botánico”. Una verdad incontestable.
La ‘resurrección’ de la Passiflora mariquitensis parecería indicar que la naturaleza acaba de hacernos un guiño, decirnos que quiere darnos una nueva oportunidad. Es preciso celebrar este acontecimiento.
No sabemos qué proceso mágico se esté incubando en el planeta ni qué otras ‘resurrecciones’ de especies vayamos a presenciar en el futuro.
*GUILLERMO PÉREZ FLÓREZ
DIRECTOR DE FUNBOTÁNICA
PARA EN EL TIEMPO EL 14 DE ENERO DE 2020